Reseña Nilo

Tras su paso por Verkami, la editorial GDM Games nos trae Nilo, el juego de Guillem Coll que ganó el VIII Concurso de Protojuegos Dau Barcelona y el Premio a Mejor Juego Familiar español en la BGC de Málaga de este año. Su ilustradora, Alba Aragón, es ya conocida por su trabajo en la saga Sherlock, Guerra de Mitos u Origame, entre una gran variedad de títulos.

Con semejante pedigrí, Nilo nos pone en la época de gran esplendor de Egipto y nos da el poder de construir esfinges y obeliscos, y de controlar las crecidas del río Nilo. La mecánica de este título es muy sencilla, resumida en colocar una loseta de nuestra mano y robar otra de la reserva, pero nos da una profundidad táctica realmente interesante.

Nuestro objetivo en las partidas de Nilo será obtener más puntos que el resto, cosa que conseguiremos gracias a colocar inteligentemente las esfinges y obeliscos de nuestro color en los lugares en que nos dan más puntos. Esto, a priori, es sencillo, pero el centro de este juego es el río Nilo y sus crecidas, que podemos más o menos controlar. Cada vez que el río crece, una loseta se dará la vuelta, tapando todas las esfinges y obeliscos y mostrando barqueros (que también nos darán puntos si son de nuestro color).

Existen dos formas en las que pueden ocurrir las crecidas. Por un lado, tenemos un contador de tiempo que iremos controlando en función de qué loseta de la reserva robemos; y por otro, podremos provocar crecidas si rodeamos completamente la última loseta que se haya dado la vuelta (contamos con un maravilloso cocodrilo negro para marcar cuál de ellas ha sido).

Es muy importante tener en cuenta que no sólo podemos controlar cuándo ocurre esta crecida; sino también qué loseta se dará la vuelta, pues siempre será la que muestre el número más bajo. Todo esto genera unas posibilidades tácticas muy interesantes en un juego que, en principio, es sólo de colocar y robar losetas.

El número de participantes influye
Continuando con lo comentado sobre las crecidas, este control varía mucho en función del número de participantes. En partidas a dos personas encontramos un duelo muy táctico y bastante estratégico en el que controlaremos mucho cuándo ocurrirán las crecidas y hacia dónde se dirigirán. Sin embargo, a medida que aumentamos el número de participantes, este control se irá diluyendo, llegando a perder el contenido estratégico a cuatro personas; es decir, cuantos más participantes, menor planificación a futuro podremos hacer. Si bien la pérdida de contenido estratégico se compensa con un aumento de la varianza del tablero, lo que nos da más posibilidades cuando llega nuestro turno.

Para terminar esta reseña, nos gustaría destacar que Nilo es un título que ofrece mucho con muy poco. Las partidas nos atrapan y nos hacen asegurarnos de cada movimiento que damos, pues un error podría ser fatal para nuestros planes. Si tu grupo de juego está versado en los juegos de corte euro y queréis algo ligero, es una buena adquisición, así como para personas que busquen ampliar su catálogo Family o introducirse en los títulos de colocación de losetas.

Nilo

Juego fácil de aprender,

pero con una gran profundidad táctica

Reseña realizada por el grupo creativo Dandra

MECÁNICAS

PROS

CONTRAS